Los sucesos comienzan en el mes de Febrero en la casa de un matrimonio de testigos de Jehová, Benigna Conde y Evencio Grande: las camas se deshacen solas justo después de hacerlas, la ropa que estaba en los armarios aparece tirada por el suelo, desaparecen objetos y aparecen el los tejados o huertos de las casa vecinas. Por ejemplo, al matrimonio le desapareció la maleta preparada para irse de viaje y apareció en el hórreo. Al principio pensaron que era un chistoso, pero estuvieron vigilando y no había nadie. Después de varias semanas seguidas los vecinos decidieron avisar al cura. Fueron dos, pero las bendiciones que hicieron no sirvieron para nada. Cuentan que el cura de La Merca estuvo un rato por si pasaba algo y en cuanto se fue empezó a volar la ropa.
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